PARA para poder respirar.
RESPIRA para poder conectar.
CONECTA para poder confiar.
CONFÍA para poder caminar.
Y CAMINA para poder escribir tu propia experiencia de vida.
Creo en ello porque esa ha sido y es mi experiencia personal: pude alcanzar mi dirección, tras permitirme ese espacio y seguir los pasos que ahora mismo estoy recorriendo. En esa transformación personal, decidí no hacer nada que no tuviera sentido para mí.
He aprendido que la conexión conmigo mismo es vital para poder caminar en la vida con sentido. Resulta curioso notar cómo -tras una transformación personal- cambiaba mi manera de ver la vida así como mi manera de moverme en ella.
En esa transformación pude tomar consciencia de cómo vivía, de cómo me relacionaba conmigo mismo y con los demás. Y también fui consciente de cómo me presentaba yo ante la vida.
Aprendí -y sigo aprendiendo- la importancia de estar atento para ir redirigiendo mis pasos y no perder el rumbo; sabiendo que, si en algún momento sucede, no pasa nada, porque también forma parte de este caminar, porque en la adversidad veo la oportunidad para poder crecer y seguir siendo consciente de que tengo en mis manos cómo quiero vivir mi vida: ¿con sentido y viendo oportunidades a cada paso que doy, o como una verdadera tortura, completamente sin sentido, y esperando que llegue la hora de mi despedida aquí, en la tierra?
PARA para poder respirar.
RESPIRA para poder conectar.
CONECTA para poder confiar.
CONFÍA para poder caminar.
Y CAMINA para poder escribir tu propia experiencia de vida.
Creo en ello porque esa ha sido y es mi experiencia personal: pude alcanzar mi dirección, tras permitirme ese espacio y seguir los pasos que ahora mismo estoy recorriendo. En esa transformación personal, decidí no hacer nada que no tuviera sentido para mí.
He aprendido que la conexión conmigo mismo es vital para poder caminar en la vida con sentido. Resulta curioso notar cómo -tras una transformación personal- cambiaba mi manera de ver la vida así como mi manera de moverme en ella.
En esa transformación pude tomar consciencia de cómo vivía, de cómo me relacionaba conmigo mismo y con los demás. Y también fui consciente de cómo me presentaba yo ante la vida.
Aprendí -y sigo aprendiendo- la importancia de estar atento para ir redirigiendo mis pasos y no perder el rumbo; sabiendo que, si en algún momento sucede, no pasa nada, porque también forma parte de este caminar, porque en la adversidad veo la oportunidad para poder crecer y seguir siendo consciente de que tengo en mis manos cómo quiero vivir mi vida: ¿con sentido y viendo oportunidades a cada paso que doy, o como una verdadera tortura, completamente sin sentido, y esperando que llegue la hora de mi despedida aquí, en la tierra?
Sin duda, la experiencia
es lo que transforma.
¡Bienvenid@ a la
experiencia humana!
Yo quiero vivir mi existencia viendo a cada paso una oportunidad de crecimiento. En mi vida siguen pasando cosas agradables y desagradables, pero ahora yo decido cómo tomármelas, teniendo en cuenta dos factores:
1. Que todo lo que me sucede no es bueno ni malo, simplemente son experiencias de vida.
2. Que el resultado dependerá mucho de mi actitud ante dichas experiencias.
Todo esto que explico es lo que me ha traído a éste momento: un proyecto de vida. Y, como parte fundamental de este proyecto de vida, Camina hacia tu Corazón se ha convertido en el gran maestro de mi existencia.
En él dedico mi labor, creando espacios que te invitan -a través de varias actividades- a acercarte para vivir desde tu propia esencia y tu corazón.
Sin duda, la experiencia
es lo que transforma.
¡Bienvenid@ a la
experiencia humana!
Yo quiero vivir mi existencia viendo a cada paso una oportunidad de crecimiento. En mi vida siguen pasando cosas agradables y desagradables, pero ahora yo decido cómo tomármelas, teniendo en cuenta dos factores:
1. Que todo lo que me sucede no es bueno ni malo, simplemente son experiencias de vida.
2. Que el resultado dependerá mucho de mi actitud ante dichas experiencias.
Todo esto que explico es lo que me ha traído a éste momento: un proyecto de vida. Y, como parte fundamental de este proyecto de vida, Camina hacia tu Corazón se ha convertido en el gran maestro de mi existencia.
En él dedico mi labor, creando espacios que te invitan -a través de varias actividades- a acercarte para vivir desde tu propia esencia y tu corazón.
Una práctica reconocida y avalada por la WFAS (World Federation of Acupunture and moxibustión Societies).
Formo parte de la comunidad de Profesionales del Ejercicio Físico de la Federación Española de Fitness (FEF).
Formado como instructor QiGong (Chi-Kung) para la salud
Las series:
Técnicas y/o prácticas:
Formado como instructor en Mindfulness
Creador del método “Intra-Cor”
Un viaje que te lleva directo a la esencia del Ser a través de tu corazón.
Creador de EFTP (Ejercicio físico y transformación personal)
Un método que conecta cuerpo, mente, emociones y corazón a través del ejercicio físico.
Creador de la meditación “Observo y te veo”
Una meditación que te invita a descubrir todo aquello que tu cuerpo te quiere comunicar.
Diecisiete años de experiencia en el camino de Santiago y cinco dirigiendo salidas individuales y grupales
Caminos de Santiago desde el 2005 y muchos de ellos en varias ocasiones y de diferentes maneras.
– El Primitivo.
– El del Norte.
– El Catalán.
– Fisterra y Muxia.
– Parte de la Plata.
– Parte del Francés.
– El Inglés.
– Parte del Portugués.
– Aragonés.
– Sanabrés.
*Recorrí varios caminos de Santiago llevando a cabo un proyecto personal, deportivo y solidario “Con el Corazón en la mano” (1530 kilómetros en 28 días corriendo) a favor de la fundación Josep carreras (2014).
* Camino del Norte desde Ribadeo hasta Santiago, 9 días en silencio.
Solo cuando me permití experimentar un Camino de Santiago desde un lugar diferente al que habitualmente lo hacía, es cuando pude observar con claridad, todo lo que realmente tenía que aportarme.
El Camino nos regala la oportunidad de poder “parar” para crear un espacio de tranquilidad y en ese espacio, lo encontramos todo. Actualmente forman parte de mi labor.
El Camino de Santiago, es una metáfora de la propia vida.
Una práctica reconocida y avalada por la WFAS (World Federation of Acupunture and moxibustión Societies).
Formo parte de la comunidad de Profesionales del Ejercicio Físico de la Federación Española de Fitness (FEF).
Formado como instructor QiGong (Chi-Kung) para la salud
Las series:
Técnicas y/o prácticas:
Formado como instructor en Mindfulness
Creador del método “Intra-Cor”
Un viaje que te lleva directo a la esencia del Ser a través de tu corazón.
Creador de EFTP (Ejercicio físico y transformación personal)
Un método que conecta cuerpo, mente, emociones y corazón a través del ejercicio físico.
Creador de la meditación “Observo y te veo”
Una meditación que te invita a descubrir todo aquello que tu cuerpo te quiere comunicar.
Diecisiete años de experiencia en el camino de Santiago y cinco dirigiendo salidas individuales y grupales
Caminos de Santiago desde el 2005 y muchos de ellos en varias ocasiones y de diferentes maneras.
– El Primitivo.
– El del Norte.
– El Catalán.
– Fisterra y Muxia.
– Parte de la Plata.
– Parte del Francés.
– El Inglés.
– Parte del Portugués.
– Aragonés.
– Sanabrés.
*Recorrí varios caminos de Santiago llevando a cabo un proyecto personal, deportivo y solidario “Con el Corazón en la mano” (1530 kilómetros en 28 días corriendo) a favor de la fundación Josep carreras (2014).
* Camino del Norte desde Ribadeo hasta Santiago, 9 días en silencio.
Solo cuando me permití experimentar un Camino de Santiago desde un lugar diferente al que habitualmente lo hacía, es cuando pude observar con claridad, todo lo que realmente tenía que aportarme.
El Camino nos regala la oportunidad de poder “parar” para crear un espacio de tranquilidad y en ese espacio, lo encontramos todo. Actualmente forman parte de mi labor.
El Camino de Santiago, es una metáfora de la propia vida.
En el transcurso de ese caminar, sentí que había varios motivos por los que tenía que embarcarme e impulsar este proyecto. Pero fueron dos los que principalmente me dieron la motivación.
El primero apareció tras formularme la siguiente pregunta: ¿Cuán dispuesto estoy yo a seguir cediendo mi vida a lo que me dicen otros, cortando así o limitando mis pensamientos y siguiendo los pasos que ellos consideran son los mejores para mí? ¿Qué responsabilidad y compromiso tengo yo en relación a esta reflexión que me hago?
Por otra parte, se da la circunstancia de que durante muchos años había estado haciendo carreras por montaña, todas por placer, motivación y bienestar personal, por lo que me aportaba el hecho de realizar ese deporte (sin duda alguna, mi mejor terapia en esa etapa de mi vida).
Muchas de esas carreras eran solidarias y, la gran mayoría, con la intención de recaudar fondos para la investigación del cáncer.
Estoy muy orgulloso de todo lo que pude aportar en aquella época con esas carreras, llegando incluso a crear mi propio reto solidario en el 2014.
Se trataba de un reto solidario, deportivo, y personal que consistía en hacer -corriendo- varios caminos de Santiago en solitario, desde Badalona (Barcelona) hasta Fisterra, para terminar en Santiago. Fueron 1530 kilómetros en 28 días. ¡¡Sin duda una gran experiencia y vivencia única!!
Pero algo en mi interior estaba cambiando: de alguna manera, las carreras solidarias iban sentido para mí.
Fue entonces cuando paré y quise saber para qué se estaba gestando ese cambio en mí. Sí, sabía -y sé- que recaudar fondos para la investigación de nuevos avances era muy importante pero, empecé a cuestionarme lo siguiente: ¿Qué podía hacer yo para intentar que mi salud no llegara a enfermar o -al menos- reducir esas posibilidades?
Es decir, que mi salud no dependiera tan solo de la medicina y sus avances. Esa pregunta me llevó a otra: ¿Qué grado de responsabilidad tengo yo con mi salud, conmigo mismo y con mi vida?
La respuesta fue rotunda: TODA. Así es, toda esa responsabilidad es tuya, me dije a mí mismo. Y fue ese justo momento cuando mi segundo motivo cobró fuerza ya que comencé a tomar más conciencia de mi salud, sabiendo que era mucho lo que yo podía hacer por ella para que no todo dependiera de esos adelantos médicos.
Me hice más consciente de lo importante que es tener en cuenta, entre otras cuestiones, cuatro factores: la alimentación, el ejercicio físico, las emociones y la conexión conmigo mismo.
“Utilicé mi pasado con mucho amor para reconocerme en mi presente, y camino hacia mi futuro desde mi corazón”
(Alberto)
En el transcurso de ese caminar, sentí que había varios motivos por los que tenía que embarcarme e impulsar este proyecto. Pero fueron dos los que principalmente me dieron la motivación.
El primero apareció tras formularme la siguiente pregunta: ¿Cuán dispuesto estoy yo a seguir cediendo mi vida a lo que me dicen otros, cortando así o limitando mis pensamientos y siguiendo los pasos que ellos consideran son los mejores para mí? ¿Qué responsabilidad y compromiso tengo yo en relación a esta reflexión que me hago?
Por otra parte, se da la circunstancia de que durante muchos años había estado haciendo carreras por montaña, todas por placer, motivación y bienestar personal, por lo que me aportaba el hecho de realizar ese deporte (sin duda alguna, mi mejor terapia en esa etapa de mi vida).
Muchas de esas carreras eran solidarias y, la gran mayoría, con la intención de recaudar fondos para la investigación del cáncer.
Estoy muy orgulloso de todo lo que pude aportar en aquella época con esas carreras, llegando incluso a crear mi propio reto solidario en el 2014.
Se trataba de un reto solidario, deportivo, y personal que consistía en hacer -corriendo- varios caminos de Santiago en solitario, desde Badalona (Barcelona) hasta Fisterra, para terminar en Santiago. Fueron 1530 kilómetros en 28 días. ¡¡Sin duda una gran experiencia y vivencia única!!
Pero algo en mi interior estaba cambiando: de alguna manera, las carreras solidarias iban sentido para mí.
Fue entonces cuando paré y quise saber para qué se estaba gestando ese cambio en mí. Sí, sabía -y sé- que recaudar fondos para la investigación de nuevos avances era muy importante pero, empecé a cuestionarme lo siguiente: ¿Qué podía hacer yo para intentar que mi salud no llegara a enfermar o -al menos- reducir esas posibilidades?
Es decir, que mi salud no dependiera tan solo de la medicina y sus avances. Esa pregunta me llevó a otra: ¿Qué grado de responsabilidad tengo yo con mi salud, conmigo mismo y con mi vida?
La respuesta fue rotunda: TODA. Así es, toda esa responsabilidad es tuya, me dije a mí mismo. Y fue ese justo momento cuando mi segundo motivo cobró fuerza ya que comencé a tomar más conciencia de mi salud, sabiendo que era mucho lo que yo podía hacer por ella para que no todo dependiera de esos adelantos médicos.
Me hice más consciente de lo importante que es tener en cuenta, entre otras cuestiones, cuatro factores: la alimentación, el ejercicio físico, las emociones y la conexión conmigo mismo.
“Utilicé mi pasado con mucho amor para reconocerme en mi presente, y camino hacia mi futuro desde mi corazón”
(Alberto)
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