Bueno…yo no he hecho el camino de Santiago, pero seguro que cuando lo haga lo haré junto a mi amigo Alberto. Tengo el honor de haberme cruzado en una etapa de su vida. De hecho, al principio no nos llevábamos muy bien. El trabajo nos distanciaba… mejor dicho, la forma de trabajar. El muro que yo había levantado impedía que los demás pudieran verme como realmente soy. A mi no me importaba, pero era yo la que perdía, ya que nadie se acercaba…
Él me enseñó que un abrazo a tiempo, que una sonrisa, que te ofrezcan la mano para poder continuar, es uno de los sentidos de la vida. Mi muro se derrumbó para dejar paso tímidamente a un trocito de su corazón.
Gran persona, mejor amigo… Nadie mejor que él para caminar con el corazón.
Nos vemos pronto amigo…nos vemos en el camino…seguro!
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