Me llamo Eric y tengo 13 años. Hace dos años sufría fuertes dolores de cabeza que me impedían ir al colegio, incluso dejé de hacer mi deporte favorito que es el fútbol, hasta dejé de relacionarme con mis amigos. Pasé por un momento muy difícil y no sabía que me pasaba. Mis padres me llevaron ha que me hicieran muchas pruebas, todas salían bien. Me llevaron al psicólogo, decían que era psicosomático, yo inconscientemente con mi angustia provocaba esos terribles dolores de cabeza. En ese punto de desesperación familiar, mi tío Alberto Hernández Pérez, me propuso una cosa. Me trajo un papel con preguntas, que yo mismo debía responder, cuestionándome porque me encontraba así, le entregué las respuestas, cuando se las entregué me invito hacer un camino de Santiago, y yo acepte. No sabía donde iba ni que me iba a encontrar, pero aún con ese miedo, no me impedí ir. El camino consistía en caminar 100 kilómetros en 5 días, desde Santiago de Compostela a Finisterra. Me enfrente a mi, a mi inseguridad, mis manías por el miedo, a relacionarme con desconocidos y convivir con ellos. Acompañado siempre, con mi tío a mi lado. Mi tío y el camino me ayudaron a saber demostrar lo que siento por mi familia, no dejando que mi enfado se apodere de mi transformándose en angustia y en dolor de cabeza. Terminé ese año como pude, los dolores de cabeza fueron desapareciendo y si aparecían de nuevo no dejaba que se apoderasen de mi. Agradezco ese camino que recorrí con mi tío y por haberme apoyado y seguir haciéndolo.

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