He tenido el privilegio de asistir dos meses a clases on Line de Chi- Kung con Alberto.
Me pude incorporar fácilmente al ritmo de la clase por la claridad y paciencia con que Alberto desarrollaba la clase.
Siempre atento a mis necesidades y a las del resto del grupo.
El resultado era una mente más clara y un corazón en calma.
La meditación final me ponía en contacto con mi propio corazón y me ayudaba a estar en mi.
Por otro lado, las meditaciones del corazón que hacíamos cada dos meses me llenaban de fuerza y amor. Maravillosas.
Fantástica la experiencia de sentirse acompañada con una sonrisa tan suave y afectuosa como la de Alberto.
Sin duda, una persona cargada de Amor. Gracias de corazón.
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