Cuando Alberto me propuso hacer el Camino de Santiago no me lo pensé mucho aunque tenía mis miedos. ¿Sería capaz de hacerlo?. En ese momento ni me podía imaginar que la experiencia que iba ha vivir me ayudaría y me serviría poco tiempo después. En su compañía aprendí lo importante que es creer en la fuerza de uno mismo pues todos la tenemos sin a veces saberlo. Aprendí también a escuchar el silencio y lo que me decía. Pero lo que más valoro ahora y para siempre será que para hacer hay que deshacer…….deshacer nuestra rutina diaria deshacer nuestra manera de ver siempre de una sola manera deshacer lo que damos por hecho. En definitiva deshacer no es terminar con lo que tenemos si no que es verlo y vivirlo de diferente manera. Y tú Alberto me enseñaste eso y mucho más por eso sigo y seguiré Caminando . Un millón de Gracias por ese camino por el que tiempo después realicé y por el que espero hacer pronto.

 

 

 

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