PARA es una palabra que, en la vorágine del día a día de nuestra sociedad, parece ser que no queramos escuchar. Tenemos muy grabado en la mente y en nuestras células que esta vida es muy corta y lo mejor que podemos hacer para disfrutar de ella, es no parar porque, si lo hacemos, estamos perdiendo el tiempo.
Pero para apreciar lo que realmente la vida nos ofrece o llevar a cabo un cambio personal, es imprescindible aceptar que la palabra y la acción de PARAR es el paso previo a ese darse cuenta o a ese posible cambio.
Así, PARAR no significa perder el tiempo, sino ganar una vida con sentido.
Lo que nos permitimos con la acción de parar entre otras muchas cuestiones y posibilidades, es tomar consciencia de cómo estamos, de dónde estamos; ver si en nuestros días estamos haciendo lo que deseamos o si nos estamos dejando llevar por una corriente que ya no vibra con nuestro sentir, percibir si el estrés diario se está apoderando de nosotr@s, o si -por cuestiones de nuestro aprendizaje- nos dejamos influenciar por las opiniones de los demás en lo que es mejor para nosotr@s, sin atender a lo que realmente deseamos.
¿Qué nos puede aportar el hecho de permitirnos parar?.
Algo tan sencillo -y a la vez tan esencial- como es, por ejemplo, hacernos preguntas tan bonitas para nosotr@s del tipo de estas: ¿Cómo está mi salud? ¿Esto es lo que yo quiero en mi vida? ¿Me permito parar y observar hacia dónde voy? ¿Qué lugar quiero ocupar en mi vida?
¿Por qué nos da tanto miedo la palabra PARAR?
¿Quizás, sin darnos cuenta a nivel consciente, estamos huyendo de nuestras propias preguntas -que podrían ser tan incómodas como dolorosas-, razón por la cual tal vez, en el fondo no queremos atenderlas?
Pudiera ser que el miedo se apoderase de nosotr@s al sentir que tendríamos que llevar a cabo alguna transformación en nuestra vida y que, para no sentir ese miedo, no quisiéramos aceptar la palabra y la acción de PARAR.
Ábrete sin miedo a la vida, a ti; y reflexiona sobre esto que te planteo: ¿La vida es una carrera?
PARA es una palabra en nuestra sociedad que parece ser, no queramos escuchar, tenemos muy grabado en la mente y nuestras células que esta vida es muy corta y lo mejor que podemos hacer para disfrutar de ella es no parar, porque si lo hacemos estamos perdiendo el tiempo.
Pero para apreciar lo que realmente la vida nos ofrece o llevar a cabo un cambio personal es imprescindible aceptar la palabra y la acción de PARAR como paso previo a ese darse cuenta o cambio.
Por lo tanto, la palabra parar no significa perder el tiempo, sino ganar una vida con sentido.
Lo que nos permitimos con la acción de parar entre otras muchas cuestiones y posibilidades, es ver cómo estamos y dónde estamos, ver si en nuestros días estamos haciendo lo que deseamos, si nos estamos dejando llevar por una corriente que ya no vibra con nuestro sentir, si el estrés diario se está apoderando de nosotr@s, o si por cuestiones de nuestro aprendizaje nos dejamos influenciar por las opiniones de los demás en lo que es mejor para nosotr@s sin atender qué es lo que deseamos.
¿Qué nos puede aportar si nos permitimos parar?.
Algo tan sencillo y a la vez tan esencial como por ejemplo hacernos preguntas tan bonitas para nosotr@s del tipo; ¿Cómo está mi salud? ¿Esto es lo que yo quiero en mi vida? ¿me permito parar y observar hacia donde voy? ¿Qué lugar quiero ocupar en mi vida?
¿Por qué nos da tanto miedo la palabra parar?
Quizás sin darnos cuenta a nivel inconsciente estamos huyendo de nuestras propias preguntas, que pudieran ser tan incómodas como dolorosas y no quisiéramos atenderlas.
Pudiera ser que el miedo se apoderase de nosotr@s al sentir que tendríamos que llevar a cabo alguna transformación en nuestra vida, y que para no sentir ese miedo no quisiéramos aceptar la palabra y la acción de PARAR.
Ábrete sin miedo a la vida, a ti, y reflexiona sobre esto que te planteo: ¿la vida es una carrera?
¿En que te puedo ayudar?